¡A corazón abierto!

¿Qué hace que nuestro colegio sea tan especial? Nuestros alumnos. Y es que tenemos la suerte de contar con jóvenes comprometidos con su aprendizaje. Lógicamente detrás de un alumno comprometido, suele haber un profesor motivador.

Este es el caso de Don Johnny, profesor de biología de Educación Secundaria Obligatoria, quién diseñó una clase dónde los alumnos tenían que diseccionar un corazón de cerdo para ver sus distintas cavidades. Han tenido que identificar  las distintas partes del corazón como la aorta, la válvula tricúspide o la aurícula izquierda. Por supuesto, ese fue el tema de conversación de muchos alumnos durante días. Y al poder experimentarlo de una manera tan directa estos serán conocimientos que no se borraran nunca de la mente de nuestros alumnos.

¡Quizás algún estudiante ha descubierto en esta actividad su vocación por la cardiología gracias a esta actividad! Si así fuera Don Johnny habrá pasado a formar parte de su vida y de su “corazón” para siempre…